Toda separación es difícil, no importan las circunstancias.
Ante la pérdida de un ser requerido, las situaciones que vinieron con ello y a eso se añade la separación física de un ser amado, el dolor amargo de la desconexión de cuerpo, alma y corazón, la vida se nos desmorona. Ese fue el momento en que trataba de nadar y salir a flote. Luche durante días, semanas y meses por salir a flote. Y salía, pero con el peso del agua cayendo encima.
Me agoté. Y me rendí (por un instante, necesitaba aceptar rendirme). Al fin lloré, lloré mucho. Bajo una ducha de agua muy caliente, lloré lo que no había llorado en años. Lo que llevaba cargando por mucho tiempo. Me encerré. Solo mi espacio y las responsabilidades laborales. No salí. Y llegó el día... Acepté que lo que me estaba pasando, y me sigue pasando, esta ( $%^&* ) difícil y que siempre me minimizo diciéndome, que otros están peor que yo. Acepté, que si no les decía a quienes me aman, que necesitaba apoyo, no lo tendría, porque ellos realmente confían en que Yo Puedo.
Conmigo
Sepárate de Todos pero No de Ti.
La vida siempre trae sus retos (frase trillada, pero realista). Hoy dedico un tiempo a presentarte Viviendo Conmigo para aportar ese pequeñísimo granito de arena a otros que siente lo mismo o más que yo. Sepárate de todos, es válido si te hace daño, si te ahogan. Pero nunca, ¿sabes? Nunca, te separes de ti. No te abandones. No te olvides. Te necesitas. ¿Sabes por qué? Porque cuando todo te falla, solo te quedas con tu aprendizaje, con tu amor, tu orgullo propio, tu autoestima, tu respeto hacia ti. Y no mereces destruirte tu mismo cuando ya los demás lo han hecho o lo están haciendo. No atacan al débil. Atacan a quien es fuerte y tu fuerza no es física es de adentro: tu paciencia, tu amor, tu entrega, tu respeto, tus ganas, tu energía positiva, tu Fe. Esa debilidad que la gente ve en ti, es la misma que los hace a ellos no proceder en la vida. No tienen esa gallardía que tienes Tu, para sobreponerte ante las adversidades, aún con lo duro que te golpeen. Unos le llaman resiliencia. Yo, no me atrevería decir que soy resiliente. Pero, si busco la forma de salir siempre a flote.
No me separé, ni me voy a separar de mi.
Soy la pieza más importante en este camino que recorro. Yo, sin el "yoísmo - egocentrista", soy a quien debo cuidar. Todas las mañanas, debo encontrar propósito y levantarme por ello. Les aclaro algo, el propósito no debe estar basado en personas. Ellas nos fallan o no reman igual y ahí volvemos a caer. Tampoco, los podemos culpar de luchas que no conocen que están llevando a cabo. Por eso, vuelvo a lo mismo, soy Yo y mi propósito de vida. Así que es importante cuidarte y aprender a vivir contigo. Para crecer tu amor propio te recomiendo lo siguiente, no importa el orden:
Encuentra un propósito (una labor social, un proyecto, un autoempleo, etc.)
Cuida tu salud física (higiene, alimentación, arréglate para ti)
Cuida tu salud emocional (alimenta el espíritu con religión, ritos, etc.; lee libros de autoayuda, frecuenta grupos de inteligencia emocional, visita un profesional si es necesario, aléjate de personas que no aportan, sal del maltrato y la codependencia, busca lo valioso que eres...)
Da un paseo (campo, costa, rio, hasta tu balcón con taza en mano... respira y disfruta de la naturaleza)
Reconciliate contigo (haz una lista de tus talentos, tus gustos, tus adjetivos... te sorprenderás de quien eres)
Reconoce, que no puedes alterarte por lo que no está bajo tu control y depende de terceros.
Acepta que cada persona tiene sus propias situaciones y cada cual tiene formas distintas de manejarlas. Que una misma situación presenta distinta emoción en cada persona y eso no lo hace más ni menos.
No Esperar... no. No esperes de los demás que hagan, actúen o se expresen como tu esperas o lo harías. Aún diciéndolo directamente, no cumplirán tus expectativas. Y eso no los hace menos, simplemente no somos iguales. Cada uno, su máximo es diferente y debemos estar conscientes de eso para no maltratar nuestro ser.
ACEPTO
Hoy me acepto. Acepto que no estoy al 100% de quién soy. Pero muy consciente y dispuesta de volver donde me encontraba. Llegaré con cicatrices, con lecciones y aprendizaje, pero llegaré. Este es un momento necesario. El duelo, el luto, la separación y todos los sentimientos que eso trae, es justo tomarse el tiempo.
Yo tengo un propósito para conmigo y sueño con que tu lo tengas: Voy a caer. Hay veces que no lo sé y me enteró una vez "reventá", y otras tantas ya se que voy en picada para el suelo. Pero todas esas veces (desde que hace poco más de 20 años) me digo a mi misma... aquí voy, pero voy levantarme y salir de esta. Voy cayendo con la mente puesta en encontrar las formas de volver a levantarme. Porque tantos sacrificios en mi, merecen que yo vuelva a estar en batalla.
¡Vive!
Ámate, Respétate, Valórate.
Vive Contigo #viviendoconmigo